Esta entrada la dedico a esos caprichitos en forma de pastel de cuento de hadas.
El otro día yo iba por Barcelona andando tan tranquilamente cuando de pronto vi una tienda que me encantó. Bueno en realidad no era una tienda, sino que era una cafetería. Por desgracia ya estaba cerrada pero pude admirar el aparador y echarles un vistazo a unas galletas, que a demás de buena pinta, era preciosas y unos magníficos cupcakes.
Para quien no sepa que es un cupcake aquí mismo tenéis un poco de información, ahí va:
Un cupcake es un pastelito pequeño que tiene sus orígenes en el siglo XIX (sé lo que estáis pensando y sí, he mirado en la wikipedia, pero el texto es mio eeh nada de copiar y pegar!). Se llama cupcake por que antiguamente se utilizaban tazas como molde para crearlos. El cupcake, que también es conocido con los nombres fairy cake o patty cake tiene el mismo tamaño que una magdalena o un muffin pero los ingredientes son los mismos que los de un pastel, es decir, mantequilla, huevos, azúcar y harina. Estas delicias se pueden encontrar en cafeterías y tiendas especializadas y son geniales por si te apetece comer algo dulce pero que sea pequeño y no te deje una sensación de saciedad. Un cupcake equivale a una porción de tarta y lo mejor es que ¡es transportable y no se necesitan cucharas!
Seguro que muchos de vosotros ya los abréis visto si mas no en alguna ciudad como Madrid o Barcelona. Y es que hace un tiempo se pusieron de moda por la serie Sexo en Nueva York, donde Carrie y sus amigas siempre van a la tienda The Magnolia Bakery para comprarse un cupcake.
Así que si queréis pasar un buen rato y comer algo dulce y rico aquí están los cupcakes! Besos azucarados!
